¿Litografía?
Por Carmen Alarcón Collignon
Cada vez
es más frecuente la experimentación en la gráfica, hemos avanzado
significativamente en la gráfica no tóxica, los soportes utilizados dentro de
las artes gráficas industriales han sido materiales para lograr nuevas
representaciones gráficas, así como técnicas que permiten desarrollar nuevos procedimientos
dentro de la gráfica artística y lograr estampas de resultados novedosos.
La
litografía es un proceso de estampación planográfica, esto significa que la
superficie es llana, lisa, sin incisiones que retengan la tinta en el hueco; en
la planografía la lámina es dibujada mediante un método que permitirá retener
la tinta en el dibujo sin morder la plancha. La litografía en poliéster es
utilizada en el proceso del offset conocido como directo a placa; las placas de
poliéster son relativamente nuevas en el mercado gráfico, se empezaron a usar a
finales de la década de los 90’s en el siglo pasado y fue Georges Roberts el
primero de los grabadores en utilizarlas en el año 1997. Estas láminas o placas
de poliéster tienen la apariencia de una hoja de papel blanco, superficie muy
fina y porosa para retener el agua, es muy similar a una placa litográfica de
aluminio.
La
litopoliéster no es una técnica que vaya a ocupar el lugar de la litografía
tradicional realizada sobre una piedra calcárea, es un procedimiento de la
gráfica industrial adaptado a la gráfica artística que utiliza el principio de
la litografía del rechazo a mezclarse del agua y la grasa; esto abre la
posibilidad de utilizar todos los materiales para dibujar que tenemos a prueba
de agua: marcadores permanentes, crayolas, lápices de cera, cera para pisos,
tóner de copiadora, bolígrafo, etc. Estas láminas son conocidas en el mercado
como “prontoplate” o “smartplate”, son planchas muy fáciles de usar ya que se
trabajan directas y no necesitan ácidos para elaborar el proyecto, pueden
procesarse en la impresora láser o dibujarse con bolígrafo, fáciles de
modificar borrando parte del dibujo o adicionándole partes al diseño, estamparse
manualmente, en el tórculo o en la prensa litográfica. Son láminas que
requieren trabajarse con mucha pulcritud, se recomienda manejarlas con guantes
y la limpieza de las placas se hace con detergente de cocina líquido que
contenga amoniaco.
Para
profundizar en este proceso llevé a cabo una serie de pruebas con los
materiales que mencioné arriba como aptos para trabajar este método de estampa;
así se preparó en el taller, una lámina lavándola primero con jabón líquido con
Amonia, se seco la placa con la secadora de pelo a temperatura baja, para
evitar deformaciones, enseguida se dibujo con un bolígrafo de los conocidos
como “pluma atómica”, se baño la placa con una solución al 20 % de goma arábiga
y agua purificada y se dejó secar sobre la lámina dibujada durante una hora,
después se fijo la tinta con calor mediante la pistola de calor industrial, a
temperatura muy baja y durante un lapso de tiempo de aproximadamente tres
minutos; enseguida se humedeció en una tina para baño, una hoja de papel de
prueba (generalmente marquilla de 80grm.) procedí a entintar la placa; después
de hacer varias pruebas con distintas tintas, las que mejor resultado arrojaron
a la investigación fueron las tintas Van Son, esta vez adicionadas con aceite
litográfico,
A otra
placa de poliéster nueva le imprimimos el dibujo en la impresora láser, limpiamos
la lámina con Quick Tonner Scatter Remover que sirve para quitar los pixeles
que salpican la placa, son pequeños puntos conocidos como ruido que al imprimir
la lámina se saturan de tinta resultando una estampa sucia. La entintamos con
rodillo y la estampamos en el tórculo calcográfico.
Para
entintar nuestra lámina de poliéster es necesario humedecer, con un rociador, el
lugar en el que vamos a colocarla para entintarla, debe ser una superficie
completamente plana; en seguida rociamos la placa con agua y quitamos el exceso
con la esponja húmeda, la tinta la esparcimos en una superficie plana,
generalmente una losa de mármol o un cristal, con el rodillo de caucho
recogemos la tinta y lo pasamos sobre la placa, es aconsejable hacerlo de una
sola pasada, aunque debe volver a cargarse el rodillo con tinta y pasarlo sobre
la lámina tres veces para que la plancha se cargue de tinta uniformemente, es
necesario tener rodillos adecuados para este procedimiento.
Recomiendo
limpiar las láminas pasándolas por el tórculo con una hoja de papel revolución
hasta que no salga nada impreso en la hoja, después con una esponja se vuelve a
humedecer la lámina con la solución de goma arábiga y se deja secar, la lámina
está lista para almacenarse, sin embargo si se pretende volver a imprimir, sólo
se debe humedecer nuevamente la lámina y ¡listo!...