viernes, 20 de enero de 2012

La placa de poliéster



¿Litografía?

Por Carmen Alarcón Collignon

Cada vez es más frecuente la experimentación en la gráfica, hemos avanzado significativamente en la gráfica no tóxica, los soportes utilizados dentro de las artes gráficas industriales han sido materiales para lograr nuevas representaciones gráficas, así como técnicas que permiten desarrollar nuevos procedimientos dentro de la gráfica artística y lograr estampas de resultados novedosos.
La litografía es un proceso de estampación planográfica, esto significa que la superficie es llana, lisa, sin incisiones que retengan la tinta en el hueco; en la planografía la lámina es dibujada mediante un método que permitirá retener la tinta en el dibujo sin morder la plancha. La litografía en poliéster es utilizada en el proceso del offset conocido como directo a placa; las placas de poliéster son relativamente nuevas en el mercado gráfico, se empezaron a usar a finales de la década de los 90’s en el siglo pasado y fue Georges Roberts el primero de los grabadores en utilizarlas en el año 1997. Estas láminas o placas de poliéster tienen la apariencia de una hoja de papel blanco, superficie muy fina y porosa para retener el agua, es muy similar a una placa litográfica de aluminio.
La litopoliéster no es una técnica que vaya a ocupar el lugar de la litografía tradicional realizada sobre una piedra calcárea, es un procedimiento de la gráfica industrial adaptado a la gráfica artística que utiliza el principio de la litografía del rechazo a mezclarse del agua y la grasa; esto abre la posibilidad de utilizar todos los materiales para dibujar que tenemos a prueba de agua: marcadores permanentes, crayolas, lápices de cera, cera para pisos, tóner de copiadora, bolígrafo, etc. Estas láminas son conocidas en el mercado como “prontoplate” o “smartplate”, son planchas muy fáciles de usar ya que se trabajan directas y no necesitan ácidos para elaborar el proyecto, pueden procesarse en la impresora láser o dibujarse con bolígrafo, fáciles de modificar borrando parte del dibujo o adicionándole partes al diseño, estamparse manualmente, en el tórculo o en la prensa litográfica. Son láminas que requieren trabajarse con mucha pulcritud, se recomienda manejarlas con guantes y la limpieza de las placas se hace con detergente de cocina líquido que contenga amoniaco.
Para profundizar en este proceso llevé a cabo una serie de pruebas con los materiales que mencioné arriba como aptos para trabajar este método de estampa; así se preparó en el taller, una lámina lavándola primero con jabón líquido con Amonia, se seco la placa con la secadora de pelo a temperatura baja, para evitar deformaciones, enseguida se dibujo con un bolígrafo de los conocidos como “pluma atómica”, se baño la placa con una solución al 20 % de goma arábiga y agua purificada y se dejó secar sobre la lámina dibujada durante una hora, después se fijo la tinta con calor mediante la pistola de calor industrial, a temperatura muy baja y durante un lapso de tiempo de aproximadamente tres minutos; enseguida se humedeció en una tina para baño, una hoja de papel de prueba (generalmente marquilla de 80grm.) procedí a entintar la placa; después de hacer varias pruebas con distintas tintas, las que mejor resultado arrojaron a la investigación fueron las tintas Van Son, esta vez adicionadas con aceite litográfico,
A otra placa de poliéster nueva le imprimimos el dibujo en la impresora láser, limpiamos la lámina con Quick Tonner Scatter Remover que sirve para quitar los pixeles que salpican la placa, son pequeños puntos conocidos como ruido que al imprimir la lámina se saturan de tinta resultando una estampa sucia. La entintamos con rodillo y la estampamos en el tórculo calcográfico.
Para entintar nuestra lámina de poliéster es necesario humedecer, con un rociador, el lugar en el que vamos a colocarla para entintarla, debe ser una superficie completamente plana; en seguida rociamos la placa con agua y quitamos el exceso con la esponja húmeda, la tinta la esparcimos en una superficie plana, generalmente una losa de mármol o un cristal, con el rodillo de caucho recogemos la tinta y lo pasamos sobre la placa, es aconsejable hacerlo de una sola pasada, aunque debe volver a cargarse el rodillo con tinta y pasarlo sobre la lámina tres veces para que la plancha se cargue de tinta uniformemente, es necesario tener rodillos adecuados para este procedimiento.
Recomiendo limpiar las láminas pasándolas por el tórculo con una hoja de papel revolución hasta que no salga nada impreso en la hoja, después con una esponja se vuelve a humedecer la lámina con la solución de goma arábiga y se deja secar, la lámina está lista para almacenarse, sin embargo si se pretende volver a imprimir, sólo se debe humedecer nuevamente la lámina y ¡listo!...