martes, 18 de diciembre de 2012

Texturas y más


Tramas y efectos…
Por Carmen Alarcón Collignon

Derechos Reservados © Carmen Alarcón
Los recursos para hacer texturas en las láminas para grabado son innumerables, en principio, por las posibilidades que permite el barniz blando, cualquier materia con texturas que podamos colocar sobre la placa preparada con este barniz y que sea lo suficientemente delgado para pasar por el tórculo; así podemos disponer la placa y colocar encima de ella un trozo de encaje, una serie de hojas secas, una hoja de papel aluminio arrugada y luego extendida, las huellas de nuestros dedos, objetos planos, llaves, monedas, rondanas, cartones y papeles corrugados, malla de plástico o aluminio… estos recursos dejarán en la placa como resultado una trama única, al introducirla al mordiente se graba lo que se abrió en el barniz; debemos tener cuidado de utilizar estas texturas como recurso que dota de mayor expresividad a nuestro grabado.
También es posible lograr gradaciones tonales haciendo tramas con el barniz de recubrir y sal, sal de grano sal de mesa, sal de cocina… lo que conocemos como  grabado a la sal, para llevarlo a cabo hemos de cubrir la placa con el barniz líquido base, justo antes de que seque completamente espolvoreamos la sal sobre la superficie, la sal absorbe la humedad del barniz y forma un círculo alrededor del grano, una vez que el barniz ha secado completamente enjuagamos la lámina con agua caliente para que se derrita la sal y abra el barniz y metemos al ácido para obtener las gradaciones tonales haremos el mordido por reservas, lo que significa que iremos bloqueando con barniz de recubrir las zonas de acuerdo al tono que esperamos lograr. El éxito de este proceso depende de la destreza al espolvorear la sal y de la calidad del barniz.
Debo mencionar otra manera de realizar un grabado a color en el que utilizamos el barniz blando, ésta es la “Zieglerografía”, inventada por el grabador de origen alemán Walter Ziegler (1859-1932), en este proceso las texturas o achurados los vamos a plasmar para dar color al grabado. Ziegler utilizaba tantas placas como colores quería obtener; sin embargo nosotros podemos recurrir al conocimiento de la cuatricromía y sólo emplear cuatro planchas: amarillo, cyan, magenta y negro y hacer las mezclas por transposición del color. Para realizar una “Zieglerografía” debemos conocer el proceso; se basa en “iluminar” cada tono con los lápices de colores directamente sobre una hoja de papel calca impresa con nuestro grabado (matriz negro) y colocada sobre la lámina con barniz blando. Para hacerlo en nuestro proyecto y recurrir a la cuatricromía, debemos tener nuestra matriz ya realizada y nuestras tres placas para el color con barniz blando, primero llenamos con achurados o trazos dónde va el color amarillo, una vez terminada de iluminar cada zona del dibujo que deseamos en este tono cambiamos la hoja a la placa magenta, aquí hacemos el mismo proceso que en la lámina anterior, sin embargo lo que queremos sea naranja debemos sumarle a la zona amarilla seleccionada el rojo, terminamos con el mismo procedimiento con la lámina azul, a la cual si queremos verdes o morados se los sumamos al rojo este último y al amarillo el primero.
Cuando hacemos los trazos sobre el papel que está encima de nuestra placa con barniz blando, el barniz se adhiere al papel por lo que se recomienda tener una hoja para cada tono si queremos mezclar los colores por transparencias, una vez terminadas las placas se introducen al mordiente y se hace la estampación por medio de la superposición de colores: primero la amarilla, después la roja, enseguida la azul y por último la matriz en negro.
Así mismo para hablar de otras tramas y lograr texturas muy expresivas, abordaré otras formas de alcanzar estos efectos; de tal manera, sí aplicamos brea para aguatinta sobre una placa de cobre, la fundimos en la plancha caliente y una vez fría la placa con un aspersor le rociamos thinner, sabremos que esto hace que se abra la brea en una zonas y se bloqueen otras, para dominar esta forma de hacer texturas hay que recurrir a la prueba y el error, no obstante que sigue siendo el accidente fortuito el que hace de esta técnica un buen método de texturizar las placas, es una técnica bastante socorrida por el grabador porque es muy expresiva.
Existen un sinfín de tramados y texturas que iré anotando en los siguientes números, ahora para cerrar esta aportación les hablaré del craquelado en la placa;  podemos recurrir a él como recurso gráfico, para conseguirlo hemos primero de desengrasar la placa de metal, enseguida barnizarla con el “barniz bola duro negro”; mientras se enfría la placa le aplicamos una capa de goma arábiga diluida en agua destilada y clara de huevo con un brochuelo de pelo suave y la secamos al sol para que se craquéele, limpiamos la plancha con un algodón y aguarrás mineral, lavamos la placa con agua y jabón suave y procedemos a introducirla al mordiente. Finalmente para dominar las tramas y texturas en la gráfica hay que hacerlas…