Por Carmen Alarcón Collignon
Para realizar la transferencia de imágenes de un papel a otro soporte,
es necesario saber las distintas formas de llevar a cabo el procedimiento, ya
mencioné con anterioridad el uso de: fotocopias, diferentes solventes, laca de
alcohol… Ahora abundaré un poco más acerca de este procedimiento gráfico; para
iniciar debemos seleccionar las imágenes a transferir, así como el soporte al
que queremos pasar la imagen ¿por qué menciono esto? Porque no siempre hacemos
una transferencia de imagen a una lámina en espera de poder grabarla, también conseguiremos
pasar la imagen a una lámina de poliéster que procesaremos como litografía o a
un lienzo al que queremos sumarle expresividad a través de las transferencias,
incluso, podremos llevar las imágenes a diferentes tipos de telas, objetos y
papeles. Estas imágenes pueden ser dibujos realizados por nosotros, acuarelas,
óleos, acrílicos o incluso fotografías de nuestra autoría; también pueden ser
fotografías antiguas, imágenes de revistas, de periódicos, en fin; tantas como
imaginación tengamos, sin olvidar que deberán ser fotocopiadas para poder
transferirlas.
Nuestro proyecto deberá ser ideado de tal manera que el uso de estas
imágenes tenga como objetivo dotar a nuestra obra de expresividad, así como también
facilitarnos el trabajo ¿Cómo es esto? Bueno… hablemos del fotograbado; bien
sabemos que para realizarlo en años anteriores, el fotógrafo debía conocer los
procesos del grabado y las técnicas del fotograbado para poder transferir el
negativo a una placa pre-sensibilizada, la que habría de revelarse, endurecerse
y posteriormente, introducir al mordiente, generalmente ácido nítrico. Hoy los
grabadores sabemos que las imágenes pueden pasar de un sustrato a otro con
relativa facilidad, simplemente; una buena fotocopia, solvente, el soporte al
que trasladaremos la imagen y ¡listo!
Para la transferencia con solvente no es conveniente usar alcohol o
aguarrás, recomiendo el uso de thinner o acetona, para iniciar nuestra
transferencia empaparemos un algodón en estos solventes, tendremos un sustrato
o superficie plana para poder imprimir la imagen, en seguida frotamos con el algodón
o trozo de tela de algodón empapado en el solvente el revés de la imagen que
hemos colocado, cara a cara, con la superficie a imprimir. Es necesario para
tener éxito elegir bien el soporte que recibirá la imagen, saber cuál solvente debemos
usar y la presión que debemos ejercer para que el resultado sea satisfactorio.
Sin embargo, no sólo por medio de solventes podremos realizar
transferencias de imágenes, también es posible realizar estos procedimientos
mediante calor, para transportar la imagen de esta manera es necesario tener
una imagen en fotocopia de alta resolución, de tóner saturado y colocarla sobre
el soporte con la imagen en contacto con éste, cubrir con un papel y plancharla;
el calor hace que el tóner se transfiera a nuestro soporte, que será una
superficie plana, con considerable fidelidad de detalles. También debemos
anotar que podremos usar soportes provisionales para hacer las transferencias
para grabado, que después pasaremos a la placa; una fotocopia la transferiremos
a una lámina de lito-poliéster y la imprimiremos en un papel, éste a su vez lo
transferiremos a una placa de cobre y podremos iniciar un proceso de grabado.
Un detalle importante es tener en cuenta que nuestras imágenes deberán ser
impresas en modo de espejo para cuando se transfieran las percibamos de la
misma manera en que fueron realizadas.
Existe en el mercado gráfico papel transfer, es especial para realizar
varios procesos de transferencia de imagen: camisetas, láminas de circuitos
integrados, ponchados, etc… Este papel se imprime en una impresora láser y se
transfiere mediante calor a una superficie plana, generalmente el papel
transfer se adhiere al metal y hay que retirarlo humedeciendo con agua el
reverso de éste, frotando suavemente hasta que no queda ningún residuo del
papel sobre la placa.
También podemos transferir a un lienzo una imagen si primero la
barnizamos con una emulsión de vinilo o de acrilato, recomiendo usar este
último, de preferencia mate; le damos varias capas a la copia, una vez que esté
completamente seca y la emulsión es totalmente transparente, aplicamos una capa
de acrilato sobre la superficie a la que queremos transferir la imagen, la
pegamos cara a cara y dejamos secar, enseguida humedecemos la superficie con
agua y la ayuda de un aspersor, frotamos el papel hasta que sólo quede la
imagen transferida. Esta forma de transferencia por medio de acrilato o vinil
no es recomendada para el grabado, es propia para procesos pictóricos o dibujos,
ornamentaciones de telas y collages; también se emplea para conferir a la obra
mayor expresividad.