martes, 16 de julio de 2024

El dibujo

 

El dibujo

La importancia de la estructura…

 

Por Carmen Alarcón Collignon

 

"El perfumado canto de Aureliana"
All rights reserved. © Carmen Alarcón .
El dibujo es una forma de expresar el entorno que rodea al artista, es la representación gráfica de esa realidad en un medio o soporte bidimensional, es  lenguaje universal del que se echa mano para significar lo que no se puede expresar con palabras o, lo que al expresar por medio de la imagen alcanza mayor emotividad. Así se puede decir que el dibujo es un medio que comunica ideas: estéticas o filosóficas; como lo usaron en la prehistoria los primeros hombres para comunicar signos de su entorno. Estos primeros dibujos se remontan a hace 35 000 años, son representaciones con las que el Homo Sapiens simbolizaba lo que le rodeaba y tenían algún significado para él, el hombre prehistórico utiliza el dibujo para ornamentar su vivienda y comunicar un significado. Desde entonces el dibujo ha sido utilizado como lenguaje gráfico universal que permite comunicar ideas y pensamientos entre los seres humanos.

El hombre desarrolló dentro de la técnica del dibujo, dos formas de expresión gráfica distintas: la artística y la técnica o científica. Es el dibujo técnico del que se ha valido el ser humano para representar los diseños de un sinfín de objetos utilitarios, por el otro lado el dibujo artístico le ha permitido expresar su forma de percibir la realidad, a través de ambos dibujos ha elaborado tanto planos para realizar los objetos como dibujos a mano alzada que embellecieron libros, lugares públicos, mobiliario, textiles, etc.

Aduciendo  un poco de historia, cabe decir que los egipcios emplearon el dibujo para decorar los muros de las pirámides al igual que los antiguos pobladores de México. Son los griegos los que aportan la proporción armónica en el dibujo y los romanos le conceden con la diversidad de formas la magia de la línea. Muchas han sido las aportaciones que los pueblos de la antigüedad han otorgado al dibujo, sin embargo es hasta los albores del Siglo XIX cuando se rompe el esquema de unidad de estilo y se aborda con el dibujo nuevas perspectivas en la expresividad plástica. Es el momento en que la expresividad deja de lado a la técnica para atribuirle al dibujo actualidad.

Las diversas formas en que se modifica el dibujo contemporáneo, a pesar de ser una de las técnicas de arte más tradicionales, permite que transmute con otros lenguajes plásticos y se convierta en un expresión híbrida que dialoga con otras formas expresivas más contemporáneas. No obstante lo anterior, una característica primordial del dibujo, es y será: la línea. Se debe destacar como particularidad del dibujo, la síntesis de recursos que esgrime la técnica, se podría parafrasear aquello de: “Menos para expresar más”. También es importante anotar que en la definición del término dibujo se entiende éste, como la sucesión de puntos unidos para conformar una línea. Además hay que anotar que es el papel, el soporte más común para el dibujo, aunque actualmente,  cualquier soporte es utilizado para conferirle al trabajo del artista mayor carga expresiva.

Con el dibujo espontaneo el artista expresa su manera de percibir la naturaleza, su capacidad de imaginación está íntimamente ligada a su percepción, y ésta a su vez al trazo, a la línea. Las imágenes son responsables de la formación de pensamientos en la mente, que se convierten en palabras o imágenes auditivas de finos trazos mentales.

"Dos suspiros"
All rights reserved. © Carmen Alarcón .
En el dibujo técnico el diseñador encuentra el lenguaje para proyectar y hacer entender de manera universal lo que está representando, suele ser dibujo que esgrime las formas geométricas, es una forma de dibujo destinada a personas capacitadas en el uso de herramientas de precisión. El dibujo técnico es la idea gráfica de un diseño que el diseñador propone para su construcción. Es una técnica importante para la industria, ingeniería y arquitectura.

Frecuentemente el dibujo ha sido concebido como el estado previo a la realización de una obra de arte, ha sido percibido como una imagen que se desvanece ante la consumación de una pintura o escultura, sin embargo muchos de estos dibujos que se quedan detrás del telón conforman la expresión del artista, son la idea primigenia de la imagen a realizar; son conocidos como bocetos o bosquejos y representan el proceso, son la manera en que el artista llega al destino final de una imagen, ideas que muestran el camino a seguir.

En ocasiones el dibujo contemporáneo no representa objetos ni imágenes conocidas, es frecuente encontrar que medios actuales de expresión se unen al dibujo y forman estructuras expresivas más complejas en las que la simbiosis de estas estructuras y los soportes bidimensionales transforman la representación gráfica al incorporar elementos como el video o las herramientas multimedia

El artista se apropia de lo cotidiano para generar nuevos soportes que permiten interactuar al espectador y pensar al artista en realizar una representación gráfica hecha por el espectador y generar un dialogo cercano con el público.

lunes, 1 de julio de 2024



 

El aguatinta y el  procedimiento de esta técnica

Por Carmen Alarcón Collignon


Habitualmente las técnicas del aguafuerte y  aguatinta, la línea y la mancha, van de la mano en el grabado artístico. Para realizar una estampa con ambas técnicas es preciso desarrollar primero el diseño sobre la plancha cubierta de barniz con una punta de grabar y después efectuar el baño de mordiente para conseguir la línea que será el dibujo delimitante de las zonas de mancha que se lograrán con el aguatinta. Cabe decir que esta técnica es un método de grabado artístico que hace posible lograr efectos y manchas de resultados pictóricos sugerentes en las estampas que el artista elabora de esta manera, la técnica permite al artista lograr  volumen en la estampa si la trabaja posteriormente con el bruñidor en determinadas zonas para aclararlas; el aguatinta, además de darle al grabado una rica gama de grises que dan fuerza a la estampa también aporta expresividad gráfica.

El procedimiento para trabajar esta técnica hace necesario tener en el taller una caja de brea o resinadora, incluso es conveniente saber que el grabador puede recurrir a un cedazo para espolvorear sobre la superficie de la lámina una fina capa de resina que deberá fijarse por medio de calor; es posible hacerlo si la placa es colocada sobre la plancha caliente para que los finos granos de resina se fundan y actúen como minúsculos puntitos de reserva que bloquean el metal en esos sitios para evitar la acción del mordiente cuando sea sumergida en el baño de cloruro férrico.

La brea usada en el taller de grabado es una resina de colofonia muy fina, se obtiene de cierta clase de pinos, va desde el color amarillo pálido hasta el pardo rojizo, es un elemento residual de la destilación de la trementina. Para conseguir la colofonia se hace una sajadura en los pinos para que fluya la resina y sea acopiada en un bote clavado en la corteza del árbol, después se acumula en un almacén para llevar a cabo el proceso de destilación mediante el cual se obtendrá aguarrás, trementina, turpentina, brea... Para realizar el aguatinta la brea debe estar molida finamente. Existen algunos establecimientos de artículos para arte en el que podemos encontrar la brea ya pulverizada y lista para su aplicación; sin embargo si no es posible obtenerla así, el grabador puede triturarla fácilmente con un aparato de picado doméstico, cuidando de no sobrecalentarlo ya que se la brea pegaría a las aspas del electrodoméstico.

Los tiempos que la lámina estará sumergida en el mordiente serán acordes a las tonalidades que pretendemos lograr, sin embargo se debe mencionar que los resultados van desde el gris más sutil con unos cuantos minutos, hasta los negros profundos como resultado de un mayor tiempo de inmersión en el mordiente. Asimismo el grueso de la brea determinará el aspecto del graneado en el aguatinta; también es importante considerar que al resinar una lámina con el cedazo, los granos de resina se depositarán sobre la superficie de la placa con una concentración desigual que proporcionará al grabado una textura de gran fuerza plástica; este tipo de efecto es conocido como brea abierta, si se limpia la brea después del primer baño en el mordiente y se aplica brea nuevamente de granos más gruesos estaremos efectuando lo que se conoce como breas cruzadas. Es importante saber que resinar con la caja de breas permite obtener una mordedura uniforme, un graneado controlado de resultado previsible, lo que facilita el trabajo del grabador para ciertos requerimientos gráficos.

Para lograr las distintas tonalidades del grabado al aguatinta después de fundida la brea en la lámina deberá utilizarse  barniz de recubrir para establecer las distintas tonalidades de gris  en el grabado, después de cubiertas las zonas que se pretende dejar en blanco se somete la lámina a la primer mordida, posteriormente se cubren otras zonas que se desee proteger y se introduce nuevamente en el mordiente, así sucesivamente hasta lograr los matices deseados. También es posible conseguir bellos degradados al aplicar sobre la lámina cubierta de brea distintas capas de lápiz litográfico.

Debo anotar que hay una gran variedad de procesos gráficos que requieren de esta técnica como el aguatinta al azúcar; proceso con el cuál el grabador dibuja el diseño con una solución de miel, azúcar y tinta china; una vez que ha secado el diseño se barniza la placa, seco el barniz se lava con agua caliente la lámina para abrir las zonas dibujadas con la mezcla de azúcar, se aplica la brea sobre la placa, se fija en la plancha caliente y se sumerge en el baño de mordiente. Resulta una mancha de expresivo efecto pictórico…

carmenalarconc@hotmail.com