"La grilla Tapatia" Carmen Alarcón copy right
Aguafuerte y aguatinta. Multiplate en fierro
Continuación...
El Fierro Por Carmen Alarcón Collignon
El artista encuentra tentadora e incitante la investigación de nuevas técnicas y materiales para el taller de grabado, sin embargo es pertinente anotar que el usos de los metales tradicionales en la gráfica artística no ha caído en desuso, estos metales poseen distintas cualidades y características que permiten al grabador lograr determinados efectos gráfico-artísticos de notable expresividad plástica; anteriormente señalé al cobre como el metal más noble para elaborar una lámina de grabado gracias a su estabilidad y a sus propiedades de conducción de electricidad y calor, no obstante existen otros metales que poseen cualidades significativas para el proceso de la calcografía, tal es el caso del hierro o mejor conocido como fierro.
El hierro es un metal muy abundante en nuestro planeta, tiene la particularidad de ser muy maleable, se encuentra como parte de otros minerales y es muy raro hallarlo en forma libre; debo apuntar que de una aleación de hierro y carbono se obtiene el acero. Es posible lograr resultados asombrosos al elaborar un grabado al aguafuerte en las placas de acero suave con una solución hecha a base de cloruro férrico, sal común y agua de la llave
En la antigüedad los acuafortistas realizaban el proceso de mordido del metal con “Agua Regia” solución compuesta a base de ácido nítrico y ácido clorhídrico, conocido también como ácido muriático por extraerse de la sal marina, éste debe su nombre: “Agua Regia”, a la capacidad que tiene de disolver el oro y los metales nobles como el platino. El grabador experimentado, en tiempos pasados, conocía la inestabilidad de este reactivo por lo que fue necesario buscar mordientes más estables, entre los que damos cuenta del “Mordiente Holandés”; mezcla hecha con ácido clorhídrico, clorato de potasio y agua, sin embargo por la peligrosidad de sus componentes en la actualidad es preferible utilizar otras soluciones menos tóxicas y de baja peligrosidad. El uso de ácidos en los procesos de mordido tradicional producen gases tóxicos que pueden causar daños a la salud.
El cloruro férrico es una sal metálica disponible en los negocios especializados en la comercialización de químicos, lo encontramos diluido o en gránulos amarrillos para preparar la solución. No debemos perder de vista que la solución comercial está diluida al 48 % y debemos diluirla al 40 % que es lo óptimo para un buen mordiente, sin embargo hay que tomar en cuenta al introducir una lámina en el baño de cloruro férrico la temperatura ambiente, si el mordiente está recién preparado o ya está gastado.
Cada metal se debe corroer con el procedimiento y mezcla indicado, sin embargo en la actualidad es mejor utilizar soluciones de sales metálicas en lugar de los ácidos. En el caso del cobre utilizamos lo que se conoce como el Edinburgh Etch, solución elaborada a base de cloruro férrico al 40 %, ácido anhídrido cítrico y agua de la llave. Existen soluciones específicas para el zinc, aluminio, latón, hierro, cobre, etc.
De tal suerte que actualmente para corroer una lámina de acero suave o fierro, podemos usar una disolución de cloruro férrico, cloruro de sodio y agua. Este mordiente destaca una característica propia del acero: en las zonas abiertas va a morder el metal dejando una textura áspera de cualidades parecidas al aguatinta, lo que permite trabajar medios tonos sin aplicar breas o barnices acrílicos para lograrlos.
Con todo algunos talleres prefieren utilizar para grabar el acero o el fierro: el ácido nítrico; cabe destacar la peligrosidad de este mordiente, ya que si el taller no cuenta con una zona de ácidos con extractor de vapores y todas las normas de seguridad que debe contemplar el grabador; pueden ocurrir accidentes lamentables; los vapores que desprende el ácido nítrico con el metal son extremadamente tóxicos, de suma peligrosidad para los ojos y las vías respiratorias por lo que es aconsejable utilizar mascarilla y lentes de protección industrial antes de sumergir una lámina en esta solución.
Es menester entender que ha llegado la hora de asumir el grabado desde una postura de sustentabilidad, con compromiso de conservación del medio ambiente y de la salud de los grabadores e impresores. Sí bien en la actualidad no es posible abordar de lleno una postura ecológica ante la falta de insumos adecuados para este propósito en distintas áreas del taller, si podemos empezar a buscar alternativas sustentables.