Tipos de papel
Por Carmen Alarcón Collignon
Es claro que el papel es aprovechado para reproducir mensajes y diseños, que nos sirve como soporte para escribir y dibujar a mano o por medio de algún proceso mecánico, y al mismo tiempo es materia prima imprescindible para empacar, embalar o envolver, también es elemento indispensable para la fabricación de libros, volantes, carteles, impresos, documentos, papel moneda, etc. y finalmente conviene saber que existen papeles de diversos usos domésticos como el papel tisú que se utiliza para la fabricación de papel sanitario, toallas de cocina, etc.
Son muchos los tipos de papel que en la actualidad se producen, la variedad es enorme y depende del uso a que se vayan a destinar. Se conocen tres categorías generales para clasificar el papel: papeles finos, semifinos y ordinarios; se entiende que los primeros están hechos a base de pasta de trapo, los más finos son los de lino, algodón y cáñamo; los segundos están hechos de celulosa de madera y los últimos de pasta de madera de desperdicio o pasta de aserrín, o de papeles reciclados.
Además debemos distinguir a los tipos de papel por la aplicación a la que están reservados, así como por el proceso mediante el que han sido obtenidos y por los materiales usados para su fabricación. Cabe aclarar que los papeles pueden ir encolados, semiencolados o sin encolar según el uso que se les vaya a dar.
El papel elaborado de pasta de madera es quebradizo y se decolora más fácilmente que el fabricado con trapos de hilo natural. La resistencia del papel depende del procedimiento utilizado al producirlo, cuándo es fabricado mecánicamente con pasta de madera está en realidad hecho con pasta de aserrín prensado, sin embargo existen varias formas de preparación química utilizadas para lograr mayor consistencia que en el proceso de las fibras obtenidas sólo mecánicamente.
Las fibras naturales se obtienen directamente de la madera por medio de procesos químicos, otras fibras para la elaboración del papel son las que se recuperan de papeles reciclados. Existen las fibras naturales de algodón, lino, cáñamo, etc. que no provienen de la madera y las fibras sintéticas que se utilizan para obtener papeles que no se pueden lograr mediante el proceso clásico de fabricación.
Además de las fibras en la fabricación del papel interviene el uso de otras sustancias como son la cola, colorantes, incluso materiales añadidos como hojas, flores, etc., y finalmente la carga; ésta última es la que tiene la misión de rellenar los huecos existentes entre las fibras para que los papeles adquieran una superficie lisa, uniforme, disminuya la transparencia y mejoren las condiciones como soporte para la escritura o impresión.
La calidad del papel, la blancura, el satinado o el brillo, la opacidad o transparencia están vinculados al tipo de carga que se utiliza en la elaboración del papel. La carga le da cuerpo al papel; varía la cantidad y el tipo de carga de acuerdo a la calidad del papel que se desee fabricar. Las cargas pueden ser orgánicas o minerales; las más utilizadas son el caolín, el yeso, el talco, los carbonatos de cal y las tierras naturales; entre las cargas orgánicas encontramos la fécula de arroz y maíz.
Las cargas alteran el peso del papel lo que abarata el costo de la fabricación al reducir la cantidad de fibra requerida para la elaboración el mismo, sin embargo esto también altera la durabilidad del papel al reducir la cantidad de fibra de la composición.
Encolar el papel lleva como objetivo impedir el exceso de permeabilidad del papel y evitar que la tinta se expanda en la superficie. La cola se le puede aplicar al pliego de papel ya fabricado o a la pasta antes de la manufacturación del papel; La incorporación del encolado a la pasta es el más estable, el mejor método para encolar el papel es el que utiliza la cola de origen animal, le proporciona mayor resistencia y permite sea usado tanto para dibujar como para escribir.
Hablar de papeles artesanales es abordar el carácter único de estos, especialmente cuando la superficie del papel artesanal conserva las cualidades del secado a la intemperie, sin embargo el terminado puede ser suavizado por medio del bruñido, que suele hacerse mediante piedras, como las ágatas o por medio de un bruñidor de metal, especial para el papel.
Los papeles artesanales conocidos como rústicos tienen un acabado natural, hecho a mano, sin prensar; la superficie es rugosa e irregular y presentan la huella de la rejilla en que se aglutino la fibra, puede incluso ser un papel que no se prenso en húmedo, que muestra una textura porosa. Otros papeles artesanales son la vitela, que pretende semejar el pergamino; el papel satinado que una vez seco se vuelve a prensar para plancharse y modificar el acabado al tacto; el verjurado que significa papel acanillado, modificado por una malla de alambre a manera de filigrana que le da al papel una textura de líneas, visibles claramente a contraluz.
El papel estucado es el que recibe por ambas caras del pliego una delicada capa de la carga que rellena finamente los poros y deja la superficie lisa y perfectamente plana, estos papeles son óptimos para la impresión de libros, revistas e impresos en general, pueden ser brillantes y lustrosos u opacos y mates, los conocemos como papel couché.
Los papeles anteriormente eran sometidos a distintos procesos químicos para blanquearlos, se utilizaba para purificarlos el cloro, la lejía, el cloruro de calcio y el ácido clorhídrico; en la actualidad se utiliza el cloro, los derivados del ozono y el agua oxigenada, después del proceso de blanqueo del papel la pulpa se debe lavar minuciosamente.
Los papeles fabricados a mano se presentan en todos los tamaños ya que el método artesanal permite efectuar todas las variaciones en medidas que se quieran con sólo cambiar el tamaño de los moldes. También es posible colorearlos y desplegar la creatividad en el empleo del color y hacer del papel, una obra de arte.
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