Las vicisitudes de la técnica…
Por Carmen Alarcón Collignon
Cada técnica de gráfica tiene sus secretos para lograr óptimos resultados, por eso para hacer la cromosiligrafía y encontrar estos secretos he realizado un gran número de pruebas y utilizado muchos materiales, he estado muchas horas probando una tinta y luego otra, un papel de algodón, elaborado al 50 % de algodón y madera, otro satinado, uno más verjurado… he anotado cada uno de los resultados; cuántas gotas de aceite litográfico le adicioné a la tinta, cuál tinta es mejor para este proceso, si la emulsiono con aceite o barniz reductor, cuantas láminas debo elaborar para lograr los mejores resultados, así mismo he buscado cuanto texto o video existe en la Red para conocer lo que otros grabadores han experimentado con esta técnica, igualmente he investigado en un buen número de libros especializados en litografía y en gráfica, sin embargo todos dicen las mismas cosas, ninguno explica las dificultades que encontramos y como dominarlas. Es la experiencia diaria, el trabajo cotidiano en el taller el que nos proporciona estos conocimientos, cada grabador encuentra la forma de solucionar las vicisitudes que la tarea le presenta.
El primer problema que encontramos al elaborar las láminas para la cromosiligrafía es ¿Cómo debo limpiar la lámina para iniciar mi proyecto? Es necesario saber que si la lámina es nueva sólo se debe tener cuidado de no tocarla con los dedos, ya que cualquier huella de grasa actúa como receptora de la tinta, por otro lado sí la placa es regraneada recomiendo lavarla con detergente Ajax, secarla con la pistola de aire y proceder a realizar nuestro dibujo. Es en este momento cuando vamos a toparnos con el segundo obstáculo ¿Cómo se debe realizar el dibujo y con cuál de los materiales debemos llevarlo a cabo? El dibujo debe ser a mano alzada, sin embargo para la cromolitografía aconsejo hacerlo en una hoja blanca, trabajar los claro-oscuros con cuidado, después calcamos las zonas de color, como dije en la publicación anterior vamos a usar una placa para cada color, así también vamos a hacer una hoja con las áreas de cada color calcadas del dibujo inicial, estas zonas las vamos a llenar del color que queremos utilizar en la lámina, vamos a darles el volumen con el dibujo, enseguida les recomiendo hagan de cada una de estas hojas dibujadas una fotocopia saturada de tóner.
La siguiente incertidumbre es cómo vamos a realizar el registro de cada lámina; para hacer un buen registro en la Siligrafía a color es necesario cortar todas las placas del mismo tamaño, cuidar que estén debidamente escuadradas, además tendrán que ser placa nuevas o estar limpias, a continuación vamos a colocar en cada una de éstas copias fotostáticas sobre cada lámina registrando todas las copias en la misma esquina de la plancha correspondiente, con una estopa suave saturada en acetona vamos a frotar la copia para pasarla a las láminas. Ahora es el momento de retocar con el bolígrafo las líneas que no sean claras, además a cada placa de color podemos trabajarle detalles que se dañaron al hacer la transgrafía, así, sí usamos lápiz en nuestro dibujo podemos retocar la lámina con lápiz litográfico.
Igualmente es posible hacer el proyecto y escanearlo, en la computadora hacer la separación a color en un programa de manipulación de imagen, tramar el dibujo con algunos filtros y darle un efecto aleatorio, es en este momento cuando debemos tener claro nuestro proyecto, sí mis láminas de offset son nuevas y sensibilizadas puedo imprimir mi dibujo en acetato o en un papel que permita el paso de la luz, colocar cada uno de estos acetatos sobre la lámina y revelar en la insoladora. El siguiente paso es conocido por todos los que hemos hecho Siligrafía, fijar los dibujos a la plancha con calor y curar la placa con la emulsión de silicón: otro problema ¿por qué al entintar con el rodillo mi placa aparecen las líneas que deja la emulsión de silicón? Bien, aquí debo hacer hincapié en cómo aplicar la emulsión a la lámina: el silicón se diluye en un solvente de petróleo conocido como varsol también se vende en los comercios de pintura como aguarrás mineral; como anoté anteriormente se diluye hasta la consistencia de un jarabe líquido, se vierte una cantidad sobre la lámina y se distribuye con una esponja, inmediatamente, antes de que empiece a fraguar, se frota con una toalla de papel para cocina o con un trozo de papel higiénico suave, hasta dejar la lámina con un brillo ligero y pulido, se vulcaniza la placa, al día siguiente se lava con agua corriente, se limpia con thinner y está lista para imprimirse.
Ahora comienzan los problemas con la tinta, les recomiendo utilicen tintas para litografía, pueden encontrarlas en un comercio especializado en las artes gráficas llamado Paragráficos, está localizado en la calle Montenegro 1697; las que utilicé y recomiendo por los excelentes resultados que logré son las Van Son, poseen excelente tinción, buena viscosidad, largura y el “tack” se puede reducir con el acondicionador para tinta Smoth Lith de la misma marca, sin embargo aparte de acondicionarlas con este producto también les adicione un poco de aceite litográfico de Graphic Chemical. El papel también es importante, ya que un papel demasiado afelpado suele pegarse a la estampa, y aquí inicia el peregrinar con distintos papeles, si se quieren ahorrar estas dificultades utilicen un papel de superficie satinada, yo recurro a un papel satinado de Fabriano que me da estampas nítidas y colores brillantes.
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