Tramas y efectos…
Por Carmen Alarcón Collignon
Derechos Reservados © Carmen Alarcón
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Los recursos para hacer texturas en las láminas para grabado son
innumerables, en principio, por las posibilidades que permite el barniz blando,
cualquier materia con texturas que podamos colocar sobre la placa preparada con
este barniz y que sea lo suficientemente delgado para pasar por el tórculo; así
podemos disponer la placa y colocar encima de ella un trozo de encaje, una
serie de hojas secas, una hoja de papel aluminio arrugada y luego extendida,
las huellas de nuestros dedos, objetos planos, llaves, monedas, rondanas,
cartones y papeles corrugados, malla de plástico o aluminio… estos recursos
dejarán en la placa como resultado una trama única, al introducirla al
mordiente se graba lo que se abrió en el barniz; debemos tener cuidado de
utilizar estas texturas como recurso que dota de mayor expresividad a nuestro
grabado.
También es posible lograr gradaciones tonales haciendo tramas con el
barniz de recubrir y sal, sal de grano sal de mesa, sal de cocina… lo que
conocemos como grabado a la sal, para
llevarlo a cabo hemos de cubrir la placa con el barniz líquido base, justo antes
de que seque completamente espolvoreamos la sal sobre la superficie, la sal
absorbe la humedad del barniz y forma un círculo alrededor del grano, una vez
que el barniz ha secado completamente enjuagamos la lámina con agua caliente
para que se derrita la sal y abra el barniz y metemos al ácido para obtener las
gradaciones tonales haremos el mordido por reservas, lo que significa que
iremos bloqueando con barniz de recubrir las zonas de acuerdo al tono que
esperamos lograr. El éxito de este proceso depende de la destreza al
espolvorear la sal y de la calidad del barniz.
Debo mencionar otra manera de realizar un grabado a color en el que
utilizamos el barniz blando, ésta es la “Zieglerografía”, inventada por el
grabador de origen alemán Walter Ziegler (1859-1932), en este proceso las
texturas o achurados los vamos a plasmar para dar color al grabado. Ziegler
utilizaba tantas placas como colores quería obtener; sin embargo nosotros
podemos recurrir al conocimiento de la cuatricromía y sólo emplear cuatro
planchas: amarillo, cyan, magenta y negro y hacer las mezclas por transposición
del color. Para realizar una “Zieglerografía” debemos conocer el proceso; se basa
en “iluminar” cada tono con los lápices de colores directamente sobre una hoja
de papel calca impresa con nuestro grabado (matriz negro) y colocada sobre la
lámina con barniz blando. Para hacerlo en nuestro proyecto y recurrir a la
cuatricromía, debemos tener nuestra matriz ya realizada y nuestras tres placas para
el color con barniz blando, primero llenamos con achurados o trazos dónde va el
color amarillo, una vez terminada de iluminar cada zona del dibujo que deseamos
en este tono cambiamos la hoja a la placa magenta, aquí hacemos el mismo
proceso que en la lámina anterior, sin embargo lo que queremos sea naranja
debemos sumarle a la zona amarilla seleccionada el rojo, terminamos con el
mismo procedimiento con la lámina azul, a la cual si queremos verdes o morados
se los sumamos al rojo este último y al amarillo el primero.
Cuando hacemos los trazos sobre el papel que está encima de nuestra
placa con barniz blando, el barniz se adhiere al papel por lo que se recomienda
tener una hoja para cada tono si queremos mezclar los colores por
transparencias, una vez terminadas las placas se introducen al mordiente y se
hace la estampación por medio de la superposición de colores: primero la
amarilla, después la roja, enseguida la azul y por último la matriz en negro.
Así mismo para hablar de otras tramas y lograr texturas muy expresivas,
abordaré otras formas de alcanzar estos efectos; de tal manera, sí aplicamos
brea para aguatinta sobre una placa de cobre, la fundimos en la plancha
caliente y una vez fría la placa con un aspersor le rociamos thinner, sabremos
que esto hace que se abra la brea en una zonas y se bloqueen otras, para
dominar esta forma de hacer texturas hay que recurrir a la prueba y el error,
no obstante que sigue siendo el accidente fortuito el que hace de esta técnica un
buen método de texturizar las placas, es una técnica bastante socorrida por el
grabador porque es muy expresiva.
Existen un sinfín de tramados y texturas que iré anotando en los
siguientes números, ahora para cerrar esta aportación les hablaré del
craquelado en la placa; podemos recurrir
a él como recurso gráfico, para conseguirlo hemos primero de desengrasar la
placa de metal, enseguida barnizarla con el “barniz bola duro negro”; mientras
se enfría la placa le aplicamos una capa de goma arábiga diluida en agua
destilada y clara de huevo con un brochuelo de pelo suave y la secamos al sol
para que se craquéele, limpiamos la plancha con un algodón y aguarrás mineral,
lavamos la placa con agua y jabón suave y procedemos a introducirla al
mordiente. Finalmente para dominar las tramas y texturas en la gráfica hay que
hacerlas…