martes, 18 de abril de 2017

Láminas de poliéster

"Eva Musical"
Punta seca y Lithopoliéster
Derechos Reservados © Carmen Alarcón
La gráfica es mucho más que grabado
Por Carmen Alarcón Collignon

Hablar de litografía es hablar de un procedimiento que nos remite al trabajo gráfico de los artistas del siglo XIX, nos lleva a la huella que Aloys Senefelder, músico nacido en Praga en el año 1796, dejo para la posteridad, cuando al ir a la lavandería, no encontró más donde anotar con un lápiz graso, el número de las piezas que llevaba a lavar, que en un trozo de piedra pulida. Lo que permitió a Senefelder encontrar lo que durante mucho tiempo llevaba buscando: un método de estampación más económico para poder imprimir sus partituras musicales. (Biografías y Vidas)
El proceso bautizado por su creador como Impresión Química se convirtió pronto en una de las técnicas de impresión más popular de la época, práctica que permitía al artista reproducir un dibujo realizado a mano alzada sobre la piedra tantas veces como el artista quisiera o hasta que la reproducción perdiera fidelidad. Así encontramos que la litografía en piedra es lo que sería el antecedente más cercano al “offset actual”.
La litografía es una de las técnicas gráficas que más han contribuido a la diversificación y expansión de las imágenes, ha aportado varias ventajas técnicas considerables ya que permite trabajar directamente al artista grabador sobre el soporte.
Sólo cómo simple referencia, cabe decir lo que implica la elaboración de una litografía tradicional artística: este es un proceso que se fundamenta en la incompatibilidad del agua y la grasa sobre la superficie de las piedras calcáreas, en la que el artista grabador dibuja su diseño con un lápiz, tinta o barra grasas, sobre la piedra, después cubre ésta con una solución de goma arábiga acidulada, la remoja para que la superficie de la piedra que recibió la acidulación absorba el agua y las que tienen el diseño realizado con los materiales grasos, la rechacen, estas zonas de dibujo graso recibirán la tinta que el artista depositará sobre la piedra, por medio de un rodillo de caucho suave, recubierto por piel.
Abordaré ahora, una de las técnicas alternativas para la elaboración de litografía artística, método que abarata por mucho los costos, deja de lado lo onerosos e inalcanzable de las piedras y permite al artista grabador trabajar la litografía a bajo precio.
Para realizar este tipo de proceso se recurre a láminas o películas de poliéster, hidrofílicas; encontramos algunas marcas en el mercado que se adquieren en los comercios dedicados a la venta de insumos para las artes gráficas, vienen en distintas medidas y las hay de dos caras o de una; éstas últimas tienen una cara mate y otra brillante y es por el lado mate por el que hay que trabajar.
Para realizar el dibujo sobre esta lámina, se pueden utilizar rotuladores, marcadores o bolígrafos; siempre que no sean solubles al agua; aunque se debe apuntar que lo óptimo para estas láminas es la impresión láser, de alta resolución.
El diseño del proyecto debe ser impreso en espejo, para que la estampa se obtenga en su orientación correcta.
También puede el artista grabador realizar en cualquier papel su dibujo y después copiarle a la lámina de poliéster por medio de una fotocopiadora.
El siguiente paso es humedecer la lámina con agua por medio de una esponja o sumergiéndola en una tina con agua, pasar enseguida a entintarla mediante un rodillo de caucho suave, sin ejercer demasiada presión, hasta que la lámina esté adecuadamente entintada.
El grabador colocará sobre la platina del tórculo calcográfico esta lámina, sobre ella situará un trozo de papel, y finalmente hará el tiro de la primera prueba.
Es conveniente mantener la lámina húmeda; ya que las áreas de impresión están en relieve es aconsejable seguir humedeciendo con esponja, se recomienda esparcir, con un atomizador, agua sobre la lámina antes de imprimirla y quitar el excedente con la esponja. Se debe decir que asimismo es factible, al ser impresión en relieve, la estampación manual mediante el baren.
El diseño puede ser manipulado en la computadora, esto permitirá al artista grabador abrir un archivo por cada color que vayamos a incluir en la estampa e imprimir por cada color una copia en una lámina de poliéster.
El proceso de impresión de la litografía a varias láminas involucra el registro de cada una de ellas, es aconsejable que desde el programa en la computadora se conserven las medidas para cada una de las láminas. Es conveniente que los registros se realicen en la platina, ya que una vez humedecida la placa se adhiere a esta con facilidad.
Es prudente recordar que la impresión será tipográfica por lo que la presión del tórculo deberá ser sólo lo suficiente para levantar, cual rasero, la tinta depositada por el rodillo en la superficie de la lámina.
Cabe mencionar que la superficie caliza de la piedra se ve sustituida por la lámina de poliéster hidrofílico; para la reproducción en offset, estas láminas se enrollan alrededor del cilindro, entran en contacto directo con el rodillo de caucho; una serie de rodillos de goma son los que llevan la tinta y el agua a la superficie de la lámina, la tinta pasa enseguida al rodillo de caucho y de ahí al papel.

En la impresión comercial se pueden obtener miles de copias mediante el uso de las láminas de poliéster, sin embargo en la gráfica artística es conveniente, para el artista grabador respetar lo que marcan los estatutos internacionales como número máximo para que una gráfica sea original múltiple.

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