viernes, 1 de junio de 2018

Placas de Circuitos Impresos


Nuevos materiales, nuevas búsquedas…

Por Carmen Alarcón Collignon
La búsqueda de materiales para el taller de grabado que representen un costo menor o  alternativas para realizar mejores procesos gráficos, ha llevado a muchos artistas grabadores a utilizar insumos de otras áreas de la gráfica, como sería del área industrial, incluso de otras profesiones u oficios.
Una de estas alternativas son las placas de circuitos impresos utilizadas en electrónica, representan un buen sustento para realizar grabados artísticos; están formadas por un soporte que puede ser, tanto de baquelita como de fibra de vidrio y una capa delgada de laminado de cobre sobre el soporte. En ocasiones es posible conseguir láminas con una aplicación muy delgada de barniz fotosensible que facilitan aún más el proceso del grabado, ya que en estas láminas sólo se necesita un acetato con la imagen a grabar, una fuente de luz UV, una tina con revelador y el baño de mordiente. Sin embargo, como todos los materiales fotosensibles es necesario manipular la placa en un lugar con luz de seguridad, tal y como se usa en los procesos fotográficos.
Ahora bien, lo primero que necesita el artista hacer para utilizar las láminas para circuitos impresos es un diseño en papel vegetal o acetato, puede ser una impresión o estar elaborado con lápiz, rotulador o cualquier otro material de dibujo. También es posible utilizar una fotocopia común del proyecto o imprimir en la impresora láser directamente sobre papel transfer si no tenemos lámina fotosensible, ya que recurriremos a la transgrafía para realizar nuestro grabado.
En seguida cortamos la placa a la medida con un cortador de disco con ayuda del moto tool, sujetamos la lámina con un sargento para que sea más cómodo el corte de la placa, recto y seguro; con una lija de esmeril quitamos las rebabas que pudiesen haber quedado en los bordes,  lavamos la lámina en una solución de vinagre y jabón para quitar cualquier rastro de grasa, a partir de este momento procuramos evitar tocar con los dedos la superficie a grabar, ya que cualquier mancha de grasa bloquea el proceso de grabado por electrolisis química (sulfato de cobre y cloruro de sodio como caldo electrolítico) y además, no olvidar que daña el diseño.
A continuación colocamos el papel transfer con el tóner en contacto con la placa; con la plancha de calor al máximo planchamos el papel durante un minuto aproximadamente para que el tóner se funda sobre la lámina y se adhiera a ésta. Terminado el calentamiento de la placa la sumergimos en agua durante unos minutos para humedecer el papel y evitar que el tóner se desprenda de la lámina. Cuando el papel está completamente mojado frotamos con los dedos suavemente para desprender la capa de papel y mantener el tóner sobre la placa; es necesario mantener húmedo el papel para evitar traernos el tóner y dañar nuestro diseño. También se debe tener esmero en la limpieza ya que cualquier resto de papel adherido a la placa, provocaría errores al grabarla.
Es el momento de introducir al baño de solución electrolítica nuestra lámina con el transfer. Una vez completado el tiempo de “mordido”, se lava la placa en agua corriente y la secamos con una pistola de aire caliente. Para retirar el tóner que se adhirió a la plancha, sólo es necesario utilizar un poco de solvente de naranja. La placa está lista para entintarse e imprimirse como cualquier otra lámina de grabado calcográfico.
Ahora bien, encontramos otros recursos que facilitan la transgrafía en las placas de circuitos impresos; es el caso de la serigrafía, la cual podemos usar para transferir el diseño a la lámina a través de la seda y mediante una tinta grasa que servirá de bloqueador al sumergirla en la solución salina. También es posible elaborar la seda con nuestro diseño, imprimirla en positivo en la lámina y después bañar la plancha con una laca a base de alcohol, una vez seca ésta, se retira la tinta de la lámina con un poco de aguarrás y se aplica una pintura acrílica con el aerógrafo para hacer el aguatinta; introducimos la lámina al baño de percloruro férrico (el cual logramos al agregarle al sulfato de cobre con cloruro de sodio se le agregan unos clavos de fierro y un poco de agua oxigenada) el tiempo necesario para lograr lo requerido por nuestro diseño. Lo siguiente es lavar la placa, retirar el acrílico con un poco de alcohol isopropílico, secarla e imprimirla para ver el resultado.
Los recursos de impresión que facilitan el trabajo del artista grabador son incontables y los que se desprenden de la serigrafía son innumerables, ya que la técnica acepta casi cualquier soporte para recibir la impresión con la única exigencia que sea plano, por eso es una técnica que facilita el trabajo del grabador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario